En este nuevo blog me gustaría compartir con ustedes la fantástica experiencia de la creación literaria de un humilde escritor novato, así como las aventuras y desventuras que le acompañan, a través de la reciente publicación de mi libro Esse Imaginaria (lectura difícil para mentes complicadas, no apta para consumidores de aventuras, dedicada a descifradores de realidades encriptadas).
Durante mucho tiempo leer fue un vicio insaciable: Quevedo y su "cerrar podrá mis ojos la postrera sombra que me llevare el blanco día", Góngora y su "Oh excelso muro, oh torres coronadas
de honor, de majestad, de gallardía!,¡Oh gran río, gran rey de Andalucía, de arenas nobles, ya que no doradas...". Todo entonces como ahora y por siempre fue beber Delibes y Gala, Gala y Dostoievski y más Gala... Disfrutar fue y será del juego de las letras sin motivos y porque sí.
de honor, de majestad, de gallardía!,¡Oh gran río, gran rey de Andalucía, de arenas nobles, ya que no doradas...". Todo entonces como ahora y por siempre fue beber Delibes y Gala, Gala y Dostoievski y más Gala... Disfrutar fue y será del juego de las letras sin motivos y porque sí.
Ahora, ya después de juguetear un tiempo con las redes, aprender, enredarme y desenredarme y aprender un poquito más, he tenido la oportunidad de publicar mi propio libro Esse Imaginaria (El ser interior), en el que muestro clara y diáfana la simple complejidad del existir según mi más pronunciada subjetividad; desde mi amada parcialidad, aferrada a la belleza de la imperfección y abrazada al desorden como única tabla capaz, a mi parecer, de liberar las artes de las normas que las enclaustran.
De la brevedad engañosa de la vida
(Góngora)
Menos solicitó veloz saeta
destinada señal, que mordió aguda;
agonal carro por la arena muda
no coronó con más silencio meta,
que presurosa corre, que secreta,
a su fin nuestra edad. A quien lo duda,
fiera que sea de razón desnuda,
cada Sol repetido es un cometa.
¿Confiésalo Cartago, y tú lo ignoras?
Peligro corres, Licio, si porfías
en seguir sombras y abrazar engaños.
Mal te perdonarán a ti las horas:
las horas que limando están los días,
los días que royendo están los años.
Luis de Góngora
(Góngora)
Menos solicitó veloz saeta
destinada señal, que mordió aguda;
agonal carro por la arena muda
no coronó con más silencio meta,
que presurosa corre, que secreta,
a su fin nuestra edad. A quien lo duda,
fiera que sea de razón desnuda,
cada Sol repetido es un cometa.
¿Confiésalo Cartago, y tú lo ignoras?
Peligro corres, Licio, si porfías
en seguir sombras y abrazar engaños.
Mal te perdonarán a ti las horas:
las horas que limando están los días,
los días que royendo están los años.
Luis de Góngora
Pídelo en oficina@united-pc-eu
y lo recibirás en tu propio domicilio
Muchísimas felicidades por la publicación de tu libro y por todas las iniciativas que lo acompañan, tan hermosas, tan emotivas. Que todas ellas se vean bendecidas por el éxito que merecen.
ResponderEliminarMuchísimas gracias Txaro, siempre estás, no sé cómo lo haces..Estás en tu casa..Este es un experimento que nace con la intención de explicar el fenómeno de la creación y la aventura de la edición, publicación y distribución de un libro a manos de una absoluta novata..En él explicaré mi trato con la editorial y distribuidoras así como, sobre todas las cosas, el contenido del libro y porqué es como es y ha significado una elección clara entre dos opciones: la tan amada y fácilmente amamantada simplicidad y la barroca y enrevesada complejidad. Besos
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